Repaso al campanario.
Dentro de nuestras tareas habituales, solemos visitar la iglesia de vez en cuando para abrirla, airearla y comprobar si hay algún problema. En la última visita realizada a principios de febrero hemos comprobado que está bien ventilada, con muy poca humedad, debido al hecho de mantener abiertas las puertas de los husillos y la ventana de la sacristía.
Asimismo, comprobamos que el campanario se encontraba bastante limpio, con muy poca palomina, mucho menos que en otras ocasiones, lo que puede deberse a haber tapado algún hueco existente en la malla instalada años atrás, como ya os informamos en su momento, o a que hay más aves rapaces que otras veces, lo que ayuda a ahuyentar las palomas. Sea la razón que fuere, hemos encontrado que el campanario estaba mucho mejor. No obstante, hemos aprovechado a seguir tapando algún hueco por donde creemos puede entrar aún algo de palomina.
Este trabajo de mantenimiento y observación del templo es fundamental para conservarlo en condiciones y evitar intervenciones costosas, que hoy por hoy serían muy difíciles de abordar.
Como siempre, agradecemos el trabajo de los voluntarios que se encargan de estas tareas.

 

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